Lo que vive el español Dani Sordo en estos días, confirma que el WRC no tiene nada de romántico. Recuerdo esas historias del electricista, o ese joven soñador, que alguien salido de la nada cual hada madrina, le ofrece la oportunidad de subirse a un auto de carrera y se convierte en un piloto profesional. Casos deben de existir y sin lugar a dudas muy en el pasado.
Que decir cuando "opiné" lo injusto que era lo vivido por mi amigo Francois Duval en Citroen, donde todo se confabuló en su contra, unas salidas de pistas como todos, un navegante que corre a "dar cuenta" a los patrones y renuncia, un regreso de un campeón que poco tiempo atrás se había despedido entre sollozos, para ocupar el puesto, pavimentar el camino a su representado y sorprender a la cátedra con un Sordo que de todos, era el con menos futuro.
Obviamente si corres, aprendes, pero no pasaras tu techo. Son varios los que hoy son proclamados como ídolos tras ganar alguna fecha, sin embargo han sido incapaces de doblegar al Campeon Loeb. Puntualmente Sordo no pudo, los motivos ya no interesan, simplemente no pudo.
Es cómico como sus compatriotas que lo atacaron, hoy son sus fans y lo defienden negandose a aceptar la cruel realidad, para correr... se paga. Que soy el Nº 2 del equipo oficial, eso no interesa, estas porque el maletín abre las puertas y sin tener méritos, se te ofrece una butaca.
Ayer Mr. Olivier Quesnel, Jefe de Citroen le dijo que tendría que aportar tres millones de euros. Lord Malcolm Wilson, Jefe de M-Sport ya se sentó a la mesa con Sordo y con los representantes de la entidad financiera transnacional, de cuanto hablamos... un millón de Euros.
SIN MALETIN... NO HAY BUTACA.
