sábado, 2 de enero de 2010

EL FEELING DEL DAKAR.


"Un desafío para los que van. Un sueño para quienes se quedan", es la frase que su fundador acuño, como un lema para su inspiración.

La aventura empezó en 1977, cuando Thierry Sabine se pierde con su moto en el desierto de Libia durante el rally Abidjan-Niza. Salvado de la arena, in extremis, volvió a Francia sigue siendo esclavo de ese paisaje y prometiéndose que compartía su fascinación con tantas personas como sea posible. Se procedió a elaborar una ruta comenzando en Europa, continuando a Argel y el cruce de Agadez para finalmente terminar en Dakar.

Gracias a su gran convicción y una pizca de locura propia de todas las grandes ideas, el plan se convirtió rápidamente en una realidad. Desde entonces, el París-Dakar, es un acontecimiento único provocado por el espíritu de aventura, abierto a todos los corredores y con un mensaje de amistad entre todos los hombres.

En estos casi treinta años, ha generado innumerables deportivos y las historias humanas, nunca ha dejado el reto, el desafió, la sorpresa y el éxito. Al igual que la montaña o los océanos, los espacios abiertos inspiran a los "aventureros".

Correr el Dakar, es de cierta manera escalar su propio Everest, finalizar la vela o en remo al dar la vuelta al mundo. El podio de llegada representa un reto extraordinario, algunas veces el reto de una vida.

Más allá de la clasificación, todos los participantes están motivados por este deseo tenaz, este sueño casi loco. Así sean pilotos de motos o conductores de automóviles o camiones, todos comparten esta ambición, un sentimiento que une. La tradición de ayuda mutua, palabra clave que es un pilar del "espíritu Dakar", nace de esta pasión compartida. No importa su origen, todos hablan el mismo idioma.

Lo anterior esta basado del ciber y su autoría ya no está clara, su sentimiento si lo está y sin lugar a dudas, este año es más fuerte. Entonces vamos a lo nuestro, solo corre video...




Video gentileza de lambretacucho2 via youtube.